Te mate, te mate con amor, aun recuerdo como nos comíamos sin escrúpulos ni pudor, extasiados con sustancias ilegales, cegados con complicidad y conexiones neuronales alteradas con propósito para aumentar el placer, aun así entre paredes y persianas cerradas sentíamos el nacer de un nuevo amanecer.

*Yo siempre te quise complacer, aunque a tu madre hice pasar un mal rato hasta la noté enfurecer, y desde la pandemia no la he vuelto a ver.

Entre nuestros arrebatos, al principio diferentes, luego sucumbí a los tuyos instruida por otros referentes que me incitaron con astucia, la jugada les salió sutilmente disimulada, pero mi inocencia quedo mancillada y me manche hasta sentirme sucia.

*Yo siempre te quise complacer, aunque a tu madre hice pasar un mal rato hasta la noté enfurecer, y desde la pandemia no la he vuelto a ver.

Te brinde la oportunidad de acariciar al caballo, tu te aficionaste a galopar, mientras yo me sentía cálida como en el vientre de mi madre, esa es la sensación que sentí al cabalgar, el caballero beige no me hizo su sumisa, sino, que fue al contrario, cuando en un par, tres o cuatro ocasiones me hizo disfrutar.